Cate Campbell quiere hacer historia convirtiéndose en la primera nadadora australiana en disputar cinco Juegos Olímpicos.
Su debut olímpico a los 16 años, en Pekín 2008, se saldó con el bronce en los 50 m libres y en los relevos de 4x100. Desde entonces ha añadido seis medallas más a su palmarés, incluyendo cuatro oros en relevos.
Cuando terminaron los Juegos de Tokio, Cate emprendió un viaje por Europa antes de comprometerse en firme con París 2014 y sus cinco participaciones de récord. «Tenía dudas que quería plantearme despacio», declaró al Sydney Morning Herald. «Este deporte me ha dado mucho, pero la preparación de las Olimpiadas no ha sido nunca fácil. Ahora ya puedo decir que París es mi objetivo».
Cate nació en Malaui, en el sudeste de África, seguida a los dos años por su hermana Bronte, doble campeona olímpica. Allí, las dos compartían el lago Malaui, donde iban a nadar, con hipopótamos y cocodrilos. Cuando se mudaron a Australia, la pequeña, Bronte, despuntó antes en la natación. Sin embargo, a la niña se le ocurrió colgarse para la cena familiar sus primeras medallas, ganadas en una competición entre clubes, y el gesto fue excesivo para el orgullo de la primogénita.
«Se me fue la cabeza», reconoce Cate. «Me llevé las medallas y el trofeo y los escondí debajo de la cama. Como era el sitio obvio, los encontraron al momento. Mi madre se sentó conmigo y me dijo: “Bronte ha trabajado mucho para ganar. Si tú quieres lo mismo, ya sabes lo que tienes que hacer”».
El resto es historia, aunque todavía falta el último episodio. «Me encantan las medallas de oro» decidió Cate, «y voy a trabajar para conseguirlas».