Tres años después de perderse los Juegos Olímpicos de Tokio, Gretchen Walsh se fue de París con dos récords mundiales y cuatro medallas —dos de ellas de oro— colgadas al cuello.
Nadó la mariposa en la victoria de Estados Unidos en el relevo mixto de 4x100 m, con un tiempo de 3:37.43 y dedicó la victoria a su hermana Alex, que había sido descalificada tras quedar tercera en los 200 m estilos hacía tres cuartos de hora.
«Sabía que yo tenía que superarlo rápidamente en ese momento y darle un fuerte abrazo, decirle que me tenía a su lado», dijo Gretchen. «Y luego salir y hacer esto (ganar el relevo mixto) en su honor».
La final femenina de relevos combinados puso el broche de oro a los nueve días de programa olímpico. Gretchen empató el parcial de mariposa más rápido de la historia en 55.03, ayudando al cuarteto de su país a firmar un tiempo de 3:49.63, tres cuartos de segundo menos que su récord mundial de 2019.
«Hicimos exactamente lo que vinimos a hacer, y nos divertimos mucho todo el rato», dijo Gretchen. La nadadora también ganó la plata en los 100 mariposa —por detrás de su compañera de equipo Torri Huske— y el relevo femenino de 4x100 m libres.
Gretchen cuenta ya con tres récords del mundo en su haber, todos ellos conseguidos en el espacio de poco más de siete semanas.
El primero llegó en los 100 mariposa, en las pruebas de clasificación olímpica de junio de 2024, con un tiempo de 55.18. Superó así los 55.48 de Sarah Sjöström en su camino hacia el oro en Río 2016.
Gretchen rindió homenaje a la nadadora sueca y concluyó: «Es un sueño hecho realidad».