A Yohann Ndoye Brouard debió asaltarle una sensación de déjà vu en el Campeonato Europeo de Roma 2022, cuando le tocó nadar él solo contra el cronómetro para clasificarse. Su dispositivo de salida se había averiado en la semifinal.
Sin embargo, no era la primera vez que se encontraba con dificultades imprevistas en competiciones importantes.
En Tokio fue descalificado al chocar con la pared y detenerse completamente. Resultó que padecía una patología degenerativa de la córnea, el queratocono, que provoca visión borrosa, y ya no pudo someterse a una intervención correctora antes de los Juegos.
Sobreponerse al nuevo incidente del Europeo, en el Foro Itálico, exigió de Yohann un gran esfuerzo mental. Como le dijo uno de los representantes del equipo francés, «esta es una historia de superación y ahora tienes que llegar hasta el final». El nadador cumplió con creces.
No solo se hizo con el oro de los 200 m espalda y estableció un récord francés de 1:55.62, sino que se llevó de la Ciudad Eterna una medalla de cada color, incluyendo la plata de los estilos masculinos y el bronce de los 100 m espalda.
Al terminar la competición Ndoye Brouard declaró sentirse «muy satisfecho» y fijó su objetivo en los Juegos Olímpicos de París. «He demostrado estar entre los tres mejores en los 100 y los 200 m espalda», dijo a ffnatation.fr. «Me parece una buena señal para el futuro. Es el momento de poner la mira en los podios mundiales».