Chad Le Clos cumplió su promesa de acallar a los escépticos después de una racha de malos resultados debida a dificultades personales. Una «experiencia traumática» en enero de 2021 le llevó a terapia por una depresión que afectó su rendimiento en la Olimpiada de Tokio, donde terminó fuera del podio.
El cuatro veces medallista olímpico alcanzó el punto más bajo de su carrera en 2022, cuando quedó cuarto en los 100 m mariposa de los Juegos de la Commonwealth. Chad cambió de cuartel general en octubre de ese mismo año y se trasladó a Fráncfort para entrenar con Dirk Lange.
Animado por la perspectiva de una segunda oportunidad, el sudafricano afirmó que quienes ya no contaban con su vuelta estaban cometiendo un «gran error». A su éxito en Copa del Mundo le siguió el Campeonato del Mundo de Piscina Corta en Australia, donde ganó el doblete de los 100 y 200 m mariposa.
Tras imponerse en los 100 m por quinta vez, declaró: «Lo que veis es Chad Le Clos 2.0. He competido pensando en dedicarme un triunfo. Ha sido una semana muy emotiva porque hacía cuatro años que no ganaba. Hacía mucho tiempo que no me sentía feliz. A decir verdad, he estado mal los dos últimos años».
Chad tiene ahora en su haber 12 títulos mundiales en piscina corta y se encuentra a solo dos del récord de Ryan Lochte (14). Budapest 2024 es la próxima oportunidad para recortar distancias con el estadounidense, ya retirado.
Con la vista puesta en el Campeonato del Mundo y, después, en París 2024, Chad ha dicho a Swimming World: «No voy haciendo cálculos, sea superar sus números o conformarme con entrar en la final. Mi objetivo son las medallas. Sé que voy a estar en la mejor forma posible y, sea cual sea el resultado, puedo asumirlo sabiendo que he entrenado como debía».