Alex Portal tenía 10 años cuando se propuso llegar a lo más alto tras quedar cautivado por la magia de Londres 2012.
Nueve años después, el francés subió dos veces al podio olímpico al ganar la plata y el bronce en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020. Alex ha recorrido un largo camino desde que se inició en el deporte acuático a los cinco años.
Siguió los pasos de su abuela, que fue presidenta del club Le Pecq, así como de su hermana y su tía, y a él, a su vez, le imitó su hermano pequeño Kylian. Tanto él como Kylian padecen albinismo ocular, que les provoca problemas para ver con claridad, y para percibir la profundidad y las distancias, lo que puede afectar a los giros y llegadas.
Alex probó la equitación y el tenis antes de lanzarse al agua y, como declaró a Le Parisien: «Me gustó, tuve buenas sensaciones y, por una vez, no necesité que nadie me acompañara». Alex participó inicialmente en competiciones para personas sin discapacidad antes de pasarse a la natación adaptada cuando tenía 12 años.
Subió al podio europeo en 2018 antes de hacer su primera visita al del mundial un año después.
En junio de 2023 compitió en los Campeonatos de Francia Elite, quedando séptimo en los 200 m mariposa, una prueba encabezada por el pentacampeón mundial Leon Marchand.
Semanas más tarde, Alex viajó a los Campeonatos del Mundo de Natación Paralímpica en Manchester, donde los hermanos Portal compartieron el podio en los 400 m estilo libre S13, con Alex ganando el oro y Kylian el bronce.
La próxima parada son los Juegos Olímpicos de París, y Alex confesó en declaraciones a la Federación Francesa de Natación su aspiración más personal: «Aunque mi plena madurez deportiva va a coincidir con París 2024, y aunque aspire a subir al podio, mi mayor sueño sería participar con mi hermano».