Sharon van Rouwendaal no pudo contener su alegría tras proclamarse campeona del mundo de aguas abiertas en la cita de Budapest 2022.
Había conquistado el oro olímpico en Río 2016 y siete títulos europeos en los 5 y 10 kilómetros, además de la competición por equipos, entre 2014 y 2020. Sin embargo, el oro del mundial se le seguía resistiendo, después de casi tocarlo con la punta de los dedos para quedarse tres veces con la plata.
El 29 de junio de 2022, justo a las playas de arena blanca del lago Lupa, Sharon ofreció al público el espectáculo de un memorable esprín y, por fin, subió a los más alto del podio.
«En carrera, las emociones amenazan con desbordarse. La intensidad va siempre en aumento, pero creo que fui capaz de pisar el acelerador en el mejor momento. Quería competir con inteligencia: esperar, esperar, y darlo todo en el esprín».
Van Rouwendaal también ha conocido el éxito en la piscina, tanto en crol como en espalda, y su registro de 2:07.78 le valió en 2011 la plata mundial y el récord de su país.
La holandesa se prepara ahora con el entrenador nacional alemán Bernd Berkhahn en la ciudad sajona de Magdeburgo, junto al campeón olímpico Florian Wellbrock y a al ucraniano Mykhailo Romanchuk, que ha tenido que cambiar de base de operaciones tras la invasión rusa.
La decisión de Sharon puso fin a siete años de trabajo con Philippe Lucas en Montpellier, Francia, durante los cuales acumuló ocho medallas europeas, cinco mundiales y el oro de Río.
«Gracias, Philippe, por todas las veces que hemos reído y llorado juntos», ha dicho en tributo a su antiguo preparador. «Me diste confianza porque creíste en mí. Viste lo que otros no vieron.
Sin duda, soy producto de la “factoría Philippe Lucas”».